Cans mbe leme o mal de las doy guelnabai. Cardiaco o mal del corazón
Entre los zapotecos recibe el nombre de "cardiaco" o "mal del corazón", una dolencia de la población adulta producida "por deficiencias del corazón", explicación que alude a un mal de origen desconocido y de curso prolongado, que reside en el músculo cardiaco.
Los síntomas de la enfermedad aparecen cuando el sujeto afectado hace algún esfuerzo, "entonces se cansa mucho y siente un dolor en el pecho a la altura del corazón". Este estado algunas veces se torna crítico, especialmente cuando el enfermo hace "un coraje (muina) o se lleva una gran sorpresa", transformándose en un "dolor horroroso, insoportable, pero sin convulsiones", que le provoca la muerte (V. dolor de corazón).
Los terapeutas reconocen el padecimiento con relativa facilidad, mediante la conversación con el paciente, cuando éste relata el motivo de la consulta y describe los síntomas que lo aquejan; como bien señalan los informantes, "los enfermos se tientan el dolor".
Todos los médicos tradicionales zapotecos que tratan esta enfermedad prescriben los tés de plantas medicinales, administrados como agua de tiempo, con más frecuencia durante los periodos de crisis. Se preparan con la planta de nombre "mano de león", llamada en otros lugares del país, en donde se emplea también para los mismos fines; en ciertas áreas zapotecas no crece este árbol, "pero se consigue en los mercados de Salina Cruz", refieren los terapeutas. El té se hace hirviendo cinco flores de mano de león y media flor de pitahaya. Si los dolores han menguado, se baja la frecuencia de la ingestión y se toma sólo una taza diaria. La finalidad del tratamiento es la de "calmar los dolores, que no le den seguidos al enfermo". Un sujeto que padece este mal, además de tomar el té medicinal, "no debe hacer esfuerzos innecesarios", ya que "si el dolor aumenta, muere". Por lo general, la muerte ocurre repentinamente: "de pronto está platicando y cae como desmayado; se dice que es por falta de aire, ya que las uñas y los labios se le ponen morados por el gran dolor que siente; después de unos minutos, muere", comentan los terapeutas consultados.