Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana
Universidad Nacional Autónoma de México
Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Hierba del cáncer
Cuphea aequipetala Cav. — Lythraceae


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Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana
Sinonimia botánica.

Parsonsia aequipetala (Cav.) Standley

Sinonimia popular.

Apancholida (náhuatl): "el que huye por el agua o del agua"; tozancuitlacxolli (náhuatl): "tripa de la tuza".

Alcancer, alfilerillo, atlanchana, chachanchillo, cordón de San Francisco guinda, hierba del ángel, hierba del descancer, miel de abeja, mirto, mirto morado, moyote, pelatito, rama roja, topo de indias, tripa de tuza. Chiapas: tzoy vomon (tzeltal / tzotzil), liclen jonon, muk´ta tzoyleb, sahahuch, tzayal nich vomol, tzayal wamal, yahalnichwamal, yaxal nich vomol; Estado de México: guet-ushí, postpidiú, we-te-shí (mazahua); Hidalgo: apancholoa (náhuatl); Morelos: tozancuitlacxolli (náhuatl).

Botánica y ecología.

Es una hierba de 40cm a 1m de altura, su tallo es generalmente postrado y con pelos de color violáceo o rojizo. Sus hojas son opuestas, en forma de lanza, con la parte inferior más ancha y el envés también con pelos. Tiene flores que salen de entre la unión de la hoja y el tallo, de color púrpura o rosa purpúreo, en forma de trompeta.

Es originaria de México y habita en climas cálido, semicálido, semiseco y templado desde los 1000 y hasta los 3900msnm. Está asociada a terrenos de cultivo de temporal, bosques tropicales caducifolio y subcaducifolio, matorral xerófilo, pastizal y bosques espinoso, mesófilo de montaña, de encino, de pino, mixto de pino-encino y de junípero.

Etnobotánica y antropología.

Como su nombre popular más conocido lo indica, en Michoacán y Morelos se le emplea en el tratamiento del cáncer (V. cáncer de muerto). Ello abarca diversos padecimientos o los dolores que provoca. Con este fin se toma la infusión de las flores y hojas; para mitigar el dolor de los tumores cancerosos se bebe el cocimiento de las ramas o se aplica sobre los tumores externos. Destaca sin embargo su uso en varios estados del país, para otros males que involucran algún proceso inflamatorio e infeccioso. Así se le emplea en: heridas (ya sean contusas, infectadas o con llagas), golpes, inflamaciones o hinchazón en general (incluyendo las de la piel o del estómago), tumores o padecimientos que se manifiestan en la piel como infecciones, granos, llagas o en caso de rozadura en los niños. Por lo general, se utiliza el cocimiento de toda la planta para aplicar lavados o fomentos en la zona afectada, a veces también se ingiere tres veces al día, para quitar el dolor, ya sea solo o acompañado de otras plantas como la hierbamora y el romero (sp. n/r). En otras ocasiones las hojas machacadas se aplican como emplasto sobre el área inflamada.

La yerba del golpe junto con la yerba del cáncer y la yerba mora son utilizadas en Xapala, Veracruz, para el tratamiento de la enfermedad denominada pocholocas, cuyo síntoma es el brote de una especie de granos por todo el cuerpo de los niños y en ocasiones de los adultos. Con las plantas mencionadas se lava la piel para obtener alivio.

Asimismo, se administra la infusión de la parte aérea, por vía oral, en algunos padecimientos de tipo digestivo, como son: diarreas, disentería, dolor, ardor o infecciones del estómago y problemas del hígado. Para éstos, en el Distrito Federal se ingiere en ayunas, combinada con ajenjo (Artemisia absinthium), talachero (Selloa glutinosa) y romero (Rosmarinus officinalis). Para mejorar el apetito las parteras de Morelos dan a la embarazada un "té digestivo" elaborado con la raíz de esta planta junto con estafiate (Artemisia ludoviciana) hierba de ángel (Walteria americana) y raíces de yolochíchitl (Eupatorium collinum).

Por otro lado, su conocimiento se ocupa, para "baños de señoras" en Veracruz; para lavados contra flujos vaginales en Chiapas. En Hidalgo, a las parturientas, después del baño de temazcal, se les frota la espalda y cadera con las hojas machacadas.

Además se menciona su empleo en el tratamiento de paperas, dolor de cintura, caída del cabello y caspa, malestares urinarios o de los ojos, calentura, recaída y "recaída de los niños". Además de ser útil para la circulación o purificación de la sangre y como somnífero.

Historia.

En el siglo XVI, Francisco Hernández la menciona por primera vez e indica que "es de naturaleza fría, seca y astringente, por lo cual cura las quemaduras o las úlceras de la boca. El agua en que se haya remojado por algún tiempo las raíces después de machacarlas, coladas y tomadas detiene el flujo de vientre, principalmente el de los niños y evita el aborto. También se usa para refrescar a los que abrasa una fuerte fiebre con alguna soltura de estómago o de vientre".

Posteriormente, en el siglo XX, Alfonso Herrera indica "no estudiada, no debe usarse. Maximino Martínez la refiere tónica y vulneraria.

Química.

De la planta completa se obtiene un aceite esencial, ácido tánico, un glucósido y una resina.

Toxicidad.

Se ha señalado que esta planta es algo venenosa, aunque no se dan detalles sobre esta observación. También popularmente se indica que esta planta es "algo" tóxica.

Comentarios.

La hierba del cáncer (C. aequipetala) es otra planta medicinal originaria de México y de la que se indican usos medicinales desde la época prehispánica en la obra de Francisco Hernández. Desde entonces se describe la aplicación en casos de úlceras de la boca, quemaduras, que son afecciones de la piel, para las cuales también en la actualidad se prescribe su uso. Aunque como su nombre lo indica se utiliza para el cáncer, es difícil establecer la precisa patología que tiene esta denominación a nivel popular. Ninguna investigación experimental se ha realizado sobre esta planta por lo que constituye un tema de enorme interés a los ojos de la ciencia actual. Es necesario confirmar sus efectos y establecer la seguridad en su uso.

Herbarios.

CHAPA, EBUM, ENCB, FCME, HRAM, HUMO, IMSSM IZTA, MEXU, PROCOMITH, XOLO.

Literatura.

Botánica. Barquín P. y Zamora L. 1991; Baytelman B. 1980; Berlín B. y cols. 1989; Camacho J. 1985; Cruz L. 1986; Chino S. y Jacques P. 1986; Esquivel A. 1989; Estrada J. 1984; Gallardo C. y cols. 1983; García A. 1989; García G. 1981; González J. 1981; Instituto de Ecología 1991; Lozoya X. y cols. 1982; Mata S. 1987; Matosic R. 1991; Mendoza B. 1983; Sandoval M. 1977; Soto J. 1987; Velázquez F. 1990.

Ecología. Camacho J. 1985; Cruz J. L. 1986; Esparza A. 1989 Esquivel E. 1989; Estrada J. 1984; Gallardo C. y cols. 1983; González J. 1981; Graham S. 1992; Index Kewensis; Mata S. y cols. 1985; Mendoza B. 1983; Matosic R. 1991; Soto J. 1987.

Etnobotánica. Barquín P. y Zamora L. 1991; Baytelman B. 1980; Berlín B. y cols. 1989; Chino S. y Jacques P. 1986; Esparza A. 1989; Esquivel E. 1989; Estrada J. 1984; Gallardo C. y cols. 1983; García G. 1981; González J. 1981; Instituto de Ecología, 1991; Linares E. y cols. 1988; Lozoya X. y cols. 1982; Mata S. 1985; Mata S. y cols. 1986; Matosic R. 1991; Mellado V. y cols. 1989; Mendoza B. 1983; Sandoval M. 1977; Soto J. 1987; Velázquez F. 1990.

Historia. Hernández F. 1959 (1571-1576); Herrera A. 1921; Martínez M. 1969 (1934).

Química. Martínez M., 1946.

Toxicidad. Martínez M., 1946; Martínez M. 1992.