El dolor de estómago es una afección que, según los terapeutas que la tratan -curanderos y curanderos-hierberos, principalmente-, puede derivar de dos tipos de causas: un primer grupo está vinculado a condiciones climáticas adversas, tales como el frío o el calor intensos, la humedad y el "mal cuidado" de la misma persona, quien no se preocupa de los riesgos que corre al exponerse a estas situaciones. Un segundo tipo de causa se relaciona con los hábitos alimenticios de las personas, caracterizados por la falta de higiene al preparar los alimentos; de esta forma, para muchos terapeutas la causa última de la enfermedad reside en el hecho de consumir, en forma habitual, agua sin hervir, lo que provoca una infección intestinal que da origen, a su vez, al dolor de estómago.
El síntoma más peculiar de la enfermedad es el fuerte dolor, provocado por la inflamación del estómago, que siente el paciente en la región estomacal; el malestar se debe a la presencia de gases almacenados en este órgano, los cuales producen una "especie de llenura". Cuando el padecimiento tiene como causa el calor, entonces el enfermo presenta, además, calentura. Para formular el diagnóstico, el terapeuta inicialmente interroga al enfermo acerca de los malestares que padece, y después le practica una revisión del vientre, prestando particular atención a la región estomacal, para constatar la presencia de la inflamación y localizar exactamente el sitio de los dolores.
Los tratamientos utilizados por los terapeutas tradicionales mames para aliviar el dolor de estómago son variados y dependen de la causa y la gravedad del padecimiento. La mayoría de ellos consiste en la administración oral de preparados medicamentosos a base de plantas medicinales, empleadas comúnmente en mezcla; en virtud de la cercanía geográfica con la frontera guatemalteca, algunos médicos tradicionales incluyen en su armamentarium terapéutico un medicamento de patente propio de la nación vecina, llamado Crémor, utilizado junto con los preparados de plantas medicinales cuando se estima que la enfermedad es causada por "calor". Los tes pueden ser elaborados con hinojo, ruda y hojas de limón, con ciprés y cáscaras de tomate, con manzanilla y tres ramas de hinojo, o simplemente con cogollos de ruda; en todos los casos se debe tomar como agua de tiempo. Una preparación un poco más elaborada recomendada por algunos terapeutas es la siguiente: se ponen a hervir, en un cuarto de litro de agua, diez astillas de ocote colorado y un manojo de las mismas, quemadas y molidas; enseguida se cuela en una manta, se le añade "una naranja y dos Sal de uvas", y se le da al enfermo en dosis única; los curanderos declaran que antes de la toma se debe dar lectura a un salmo de la" Santa Biblia" para aumentar la efectividad del medicamento (V. Hibiscus sabdarifa, Piper sanctum, Tagetes micrantha).
Como mencionamos anteriormente, cuando se estima que la enfermedad es causada por "calor", los tés de plantas medicinales llevan Cremor y Sal de uvas ya que, de esta manera, las preparaciones adquieren la propiedad de refrescar y quitar la calentura del estómago.
La "calentada", un procedimiento terapéutico utilizado por los médicos tradicionales mames para tratar el dolor de estómago cuando éste ha sido originado por un enfriamiento, se realiza de la siguiente manera: se consiguen algunas hojas de canaque y se tejen en forma de "petatillo, se les pone rescoldo de las brasas y con esto se da al enfermo la calentada", es decir, se le aplica varias veces en diferentes partes del cuerpo, comenzando por el estómago y continuando por la espalda y después por el resto del cuerpo; al finalizar la práctica, el terapeuta le da a tomar al paciente un vaso con agua bien caliente que lleva disuelta una cucharada de bicarbonato.
Ocurre a veces que el dolor de estómago no cede con las terapias antes mencionadas. En estos casos se considera que la inflamación ha alcanzado a los intestinos; por lo tanto, el tratamiento incluye lavados intestinales que se preparan machacando hojas de malva mezcladas con agua hervida. Los informantes advierten acerca de la peligrosidad del padecimiento, ya que si el paciente no es atendido inmediatamente, la enfermedad se puede complicar con disentería crónica y causar la muerte del sujeto afectado.