El "recogimiento" es un síndrome de filiación cultural de los habitantes de las áreas mames, tratado principalmente por las curanderas-hierberas, y cuyas causas son fortuitas: una persona "recoge" la enfermedad, es decir, resulta afectada, "cuando va caminando por la calle y patea un trabajo de daño; entonces agarra malos aires". Esta explicación guarda relación con la creencia de que los materiales empleados en ciertas curaciones, tales como los ramos de limpias utilizados en el tratamiento del mal de ojo, o los cirios empleados para curar las hechicerías u otras enfermedades, contienen el mal aire extraído del cuerpo del paciente y, por lo tanto, son potencialmente peligrosos: si alguien los toca o pasa por sus cercanías, "recoge" ese aire malo y enferma (v. contagio).
El sujeto que ha recogido el mal empieza a sufrir calentura, dolor de cabeza e inflamación de estómago. El terapeuta diagnostica mediante la aplicación de un procedimiento terapéutico llamado limpia con huevo, durante el cual pide a san Lázaro, que representa al abogado de los dioses, su ayuda para saber cómo tratar la enfermedad. El tratamiento aconsejado consiste en un baño preparado con flores blancas, nardo, chilca, ruda, albahaca, limones y lociones verde y violeta; mientras baña al enfermo, la terapeuta reza el padrenuestro y el avemaría (V. Ruta graveolens, Tagetes lucida).