Matriz yeucinpla. Matriz caída
Enfermedad de la medicina tradicional atendida principalmente por parteras, que afecta sobre todo a las mujeres adultas que han pasado la edad fértil, las cuales no han observado los cuidados necesarios después de sus partos, y acostumbran realizar trabajos "recios" y que requieren de grandes esfuerzos físicos. Tales esfuerzos reiterados conducen a al desprendimiento del útero, es decir a la caída de matriz.
Los síntomas que advierte la paciente son dolor en el vientre, y la cadera, en los muslos y en los pies, así como ardor en estos últimos, además presenta problemas urinarios, conocidos como mal de orín. La partera confirma el diagnóstico haciendo una revisión de la enferma, durante la cual "ve la matriz caída".
El éxito del tratamiento depende del tiempo transcurrido desde que la mujer comenzó a advertir los primeros síntomas (V. palo santo de Castilla, guachapori y pingüica). Si el mal tiene curación, entonces, en el domicilio de la enferma, la partera da inicio a la terapia, la cual tiene por objeto "subir la matriz". La afección se trata con sobadas que se ejecutan con ayuda de un aceite, preparado por las mismas terapeutas con infundía o enjundia de gallina, ruda, hojas de alucema y de romero; según testimonio de una de ellas, "en un jarrito se cuece todo en la lumbre, y ya que está frío, se cuela en un trapito y se echa en una botella". El tratamiento se realiza en varias sesiones, una vez al día. El primer día, mientras la paciente yace acostada, la partera le "unta un poco de aceite en la matriz inflamada".
Al día siguiente procede a "acomodar" el útero mediante sobadas en todo el vientre, aplicadas en dirección al ombligo y hacia el centro. Es muy importante que, después de cada sesión, la enferma no se levante por lo menos hasta pasadas 24 horas de finalizada la curación, ya que de lo contrario la matriz se vuelve a bajar. Es por esta razón que el tratamiento tiene lugar en la vivienda de la paciente, "porque como no tiene que levantarse, allí tiene que hacer sus necesidades", declara la partera. Si al día siguiente la matriz está nuevamente salida, se repite la terapia desde el comienzo. Si vuelve a salirse, es porque se encuentra muy inflamada; en estos casos, la terapeuta aplica penicilina durante algunos días, y luego acomoda la matriz. Pasados 15 días de la última sobada, la mujer se puede bañar con agua tibia. Una vez que el órgano caído se ha fijado, la paciente debe seguir una serie de recomendaciones: no tener relaciones sexuales durante seis meses, ni dormir con el marido; evitar levantar objetos pesados y no hacer trabajos rudos. También se le prohíbe comer sal, alimentos picantes y carne de puerco.
La matriz caída es una enfermedad que requiere ser tratada por una partera competente, ya que de lo contrario se puede complicar y generar "un cáncer en la persona", advierten los informantes.