El "espinazo desviado" es una dolencia musculoesquelética atendida por hueseros, que afecta la posición de las vértebras -"espinazo", para los otomíes-. Se produce a consecuencia de una caída o un golpe en la espalda, de lo que deriva un "desacomodo" de la columna vertebral. Se manifiesta con un gran dolor en la espalda que impide al paciente moverse y desarrollar sus actividades normales.
El especialista "voltea de espalda al paciente" y revisa uno a uno los huesos de la columna, para confirmar si alguno de ellos "está sumido o saltiado", es decir, si presenta algún desplazamiento.
El tratamiento destinado a acomodar las vértebras, consiste en varias sobadas que el huesero ejecuta con ayuda de una pomada, al término de las cuales venda al paciente. Las curaciones se deben hacer durante el tiempo necesario hasta conseguir que los huesos de la columna queden en su lugar original, proceso que puede tardar varios días, según sea el periodo transcurrido desde la lesión; por lo general, si se trata de un problema sencillo, tres sesiones bastan para sanar al paciente. Concluido el tratamiento, se le recomienda no realizar movimientos bruscos durante algún tiempo, con el propósito de evitar que las vértebras se salgan nuevamente de su lugar.
El espinazo desviado es una enfermedad que no se cura sola, sino que requiere necesariamente de la atención de un especialista; de lo contrario, el paciente puede quedar paralítico "ya que se le derrama el líquido" del interior de los huesos, y después las vértebras ya no pueden "pegar".