Hético

Los especialistas otomíes aseguran desconocer las causas de este padecimiento que se presenta principalmente entre la población infantil durante los "meses de frío". El niño hético se reconoce porque está constantemente "pellizcando el cuello a la madre", se muestra enfadoso y llora continuamente; además, mastica la comida pero no la "traga" (deglute), conducta que lo hace perder peso rápidamente. La terapeuta determina la naturaleza del padecimiento después de conversar con la madre del enfermo, la cual ha solicitado la entrevista.

Los médicos tradicionales tratan al niño hético mediante baños preparados con ramas de la planta de nombre "tripa de vaca", machacadas y remojadas en agua; el tratamiento se debe prolongar hasta la completa mejoría del pequeño. En vista de que la enfermedad puede tener una consecuencia fatal a corto plazo, los informantes recomiendan comenzar cuanto antes el tratamiento para que el niño empiece a comer y su estado de salud mejore.