El padecimiento conocido como reuma o reumatismo, es una causa de demanda de atención de la población mixteca atendida por especialistas en "espanta corajes", curanderos y hierberos.
La mayoría de las causas que originan esta enfermedad guardan relación con cambios repentinos de temperatura, los cuales afectan ciertas; zonas del cuerpo del sujeto; estos cambios ocurren cuando la persona "pisa agua fría con los pies calientes", o "suda y se lava los pies con agua fría". Puede además surgir "por falta de vitaminas".
La persona afectada de reumas presenta dolores en las "coyunturas de piernas y brazos; le duelen los tobillos, las rodillas y las muñecas; sus cuerdas están encogidas"; siente como si tuviese "clavos o espinas" clavadas en la espalda y tiene dificultad para desplazarse.
Los procedimientos terapéuticos más empleados en los diferentes tratamientos consignados, son las sobadas de las regiones afectadas por los reumas con preparados de plantas medicinales. Le siguen en orden de frecuencia la ingestión de tes, las vaporizaciones, la aplicación de cataplasmas y la punción de las zonas doloridas con algún objeto puntiagudo.
Para ejecutar las sobadas, se emplea una mezcla de ajo molido con aguarrás y aguardiente, a manera de ungüento; con esta preparación primero se dan masajes en las articulaciones y enseguida se "untan cinco hojas de tabaco, del más fuerte, que se colocan como cataplasmas; se cubre y se deja hasta el día siguiente". En otro tratamiento, se mezclan aceites de tres tipos: de oliva, de almendras y aceite rosado, y se frotan las partes "encogidas" del enfermo, una vez al día durante tres días; al mismo tiempo que soba, el terapeuta "aclama" a los santos de su devoción: san Agustín, san Pedro y santa Rosa, para que sanen a su paciente.
En otras prácticas para el tratamiento de los reumas, al paciente se le administra un té de cuachalalate, ítamo real, pirul y salvia real, en ayunas, en dosis de una taza diaria. La terapia incluye vaporizaciones hechas de la manera siguiente: en una cubeta se hierve agua a la que se agrega pirul y hojas de salvia real; después, se coloca bajo una silla en la que se sienta el enfermo, cubierto con una cobija desde la cintura hasta los pies, el cual debe permanecer así durante 15 minutos; la curación se hace una vez al día por espacio de siete días (V. ahuehuete, tabacón, copalillo, cola de caballo, árnica hembra, enebro, hierba de ángel, romero, zapote blanco).
Un último tipo de terapia destinado a tratar los dolores reumáticos consiste en hacer varias punciones en la piel de la región afectada por la enfermedad. Para su ejecución, se emplea "el diente de culebra de cascabel", esto es, el colmillo de la víbora: primero se frota la piel con alcohol y enseguida se "pica hasta que sangre"; al finalizar, el colmillo se limpia con alcohol (V. sangría). El método destinado a hacer viable el colmillo del animal es complejo, ya que se debe esperar el tiempo suficiente para que el veneno desaparezca. Para ello, después de matar a "la culebra, se cuelga en un palo hasta que se seque sola; luego le sacan el diente, lo limpian con alcohol y lo cuelgan con un hilo". El colmillo se puede utilizar sólo después de un año de muerto el animal.
Una de las recomendaciones dadas por los terapeutas a los enfermos de reumas es evitar los enfriamientos. La población más afectada por esta afección son las personas mayores de 30 años.