La imagen fué proporcionada por: José Rangel Sánchez Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Fototeca Nacho López |
Albacar, albacar corriente, albacar hembra, albacar macho albahaca, albahaca blanca, albahaca corriente, albahaca de castilla, albahaca de la tierra, albahaca morada, albahaca arribeño, orégano. Guerrero: albaka (náhuatl); Oaxaca: xuuikh, xuuiky; Puebla: xpasimakatoro; Quintana Roo: albuja´kar (maya); Veracruz: al-uajaka; San Luis Potosí: lap thek´weel (tenek).
Es una hierba anual, de 20 a 90cm de altura con o sin pelos y cuyo tallo es cuadrado, generalmente de color verde o purpúreo. Las hojas son más largas que anchas o en ocasiones la punta más ancha que la base, también de color verde y a menudo purpúreas; tiene las flores reunidas en una espiga en la punta de las ramas, de color blanco tendiendo a púrpura. Sus frutos son como pequeñas nueces.
Es originaria de África, Asia e Islas del Pacífico. Se localiza en áreas con climas cálido, semicálido, semiseco, seco, muy seco y templado, entre el nivel del mar y los 2300 m. Es cultivada en huertos familiares y está asociada a bosques tropicales caducifolio, subperennifolio y perennifolio, matorral xerófilo, pastizal y bosques de encino y de pino.
El más amplio uso medicinal que se hace de esta planta es para el dolor de estómago en Morelos, Tlaxcala y Quintana Roo; así como para otros desórdenes de tipo digestivo como cólico del recién nacido, vómito, sofocación de estómago y empacho.
Es utilizada en problemas ginecológicos como trastornos menstruales cuando hay hemorragia abundante en postparto, en casos de amenorrea y esterilidad femenina, para apurar el parto, baños para después del parto y aborto. Así, dado su carácter de ser considerada una planta caliente, existen parteras que la emplean en la elaboración de preparados para propiciar abortos, combinada con otras plantas de la misma calidad como la ruda, el epazote y la Santa María.
Se utiliza en procesos inflamatorios como inflamación vaginal, de matriz, de anginas, inflamaciones intestinales y estomacales (V. hinchazón). También en enfermedades respiratorias como bronconeumonía, catarro, irritación pulmonar y de garganta, pulmonía, sofocación de pecho y tos.
El albahacar se emplea además en infecciones bucales (V. mal de boca) y de la piel, afecciones de la vejiga, de los riñones y del cuero cabelludo, para granos, clavillos de la piel y caída del cabello contra áscaris y picadura de alacrán, várices y corazón.
Para el tratamiento de todos estos padecimientos la flor resultó ser, en general, la parte más usada, y su cocimiento la forma de preparación más común; aunque también pueden ser las ramas fermentadas en alcohol, aplicadas por las noches en la parte afectada; la planta en cocimiento para dar baños calientes, como en casos de reumatismo crónico y nervios tensos. Para el dolor de cuello, reuma, torceduras y calambres, se hace un preparado con esta planta, más ruda (Ruta graveolens) y romero (Rosmarinus officinalis), con alcohol de caña, se dejan macerar durante tres días y después con esto se aplica en fricciones sobre las partes afectadas.
Esta planta suele ser utilizada para realizar limpias en diversas enfermedades culturales como: "mal de ojo, ojo mal puesto, ataque de aire, daño, espanto y "susto", así como contra la brujería, "aire" (se dice que es una enfermedad que paraliza alguna parte del cuerpo) y "mal aire o mal viento". Este último, es un padecimiento común en niños pequeños o adultos (hombres o mujeres) de espíritu débil y puede ser transmisible; los síntomas son: diarrea, vómito, pérdida del apetito, dolor de cabeza, sudor frío, secreción de los ojos (lagañas), semblante amarillo y zumbido de oídos. Dichos males culturales se encuentran en general referidos en estados de la costa como Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo. En Morelos se le emplea para los mismos fines: se muelen hojas de esta planta con semillas de eneldo, flor de huizache, semillas de chintul, ruda (spp. n/r) y agua, se deja reposar y se cuela, se toma una taza en la mañana en ayunas, o se ramea al paciente con la planta fresca; para niños pequeños, se muele una ramita de la planta en alcohol y se frota en el cuerpo, o se hacen barridas con las ramas, o se pone una ramita bajo la almohada. En caso de "susto" y "espanto", se mezcla bien el ajo con agua bendita, aguardiente, paxtejnatawa (T. alata) aguacate (Persea americana), albahaca (Ocimum basilicum) maltanzin (Satureja brownei, S. xalapensis) y el líquido resultante se aplica en las coyunturas durante cuatro días, una vez diariamente, antes de dormir; al cuarto día, con una mezcla igual se le da un baño caliente al enfermo.
Es común que a el albahaca se le haga partícipe en los rituales para la curación del mal de ojo y la "caída de mollera". Para el primer caso, el terapeuta tradicional hace un ramo con plantas olorosas como ruda, estafiate, pirul, cempasúchil y albahaca, lo pasa por todo el cuerpo del enfermo "barriéndolo" mientras reza, para "limpiar la enfermedad".
Además, existen amuletos que se emplean para prevenir el "mal de ojo", entre los que se encuentran una bolsita de color rojo donde se colocan pedacitos de palma bendita, mostaza de castilla, hojas de pirú y albahaca, ésta se prende con un alfiler entre la ropa.
Para la curación de la caída de mollera, los tratamientos populares incluyen a el albahaca tomada en té o una infusión de la planta fresca junto con flores blancas, perejil y sauco; para dar baños y para hacer "limpias", va acompañada de romero y sauco.
Entre estas enfermedades de filiación cultural, una de las más comunes es el susto, entidad que tiene su origen en las concepciones cosmogónicas; está relacionado con la salida del tonalli (fuerza que da al individuo vigor, calor, valor y permite su crecimiento). De tal forma que para recuperarlo e integrarlo al cuerpo se realizan rituales terapéuticos con plantas calientes, que ayudan a calentar la sangre, esto es, que contribuyen a equilibrar la temperatura interna del cuerpo y así predisponer el terreno a una entrada idónea y readaptación de esta entidad; entre estas plantas se encuentra el albahaca, empleada de diferentes maneras, en té, untada en esencia o en forma natural para "barrer" y "limpiar el cuerpo del enfermo".
Otros usos medicinales que se le dan son para los mareos, cólicos, ataques de epilepsia, dolores, baños, calentura y sofocación, para el ahoguillo, enfado, calentamiento de cabeza de los niños y el vicio de la borrachera.
En la actualidad, el albahaca es considerada en diferentes regiones del país una planta sagrada. Es así, que los mayas emplean las hojas de esta planta para adornar y perfumar las velas y las tortillas que se ponen en los adoratorios para las deidades y para perfumar y santificar el agua bendita que se tiene en la iglesia. Por ello, los indígenas mayas la cultivan con especial cuidado.
Calidad de la planta: algunos autores la califican como caliente otros en cambio, la califican como cordial.
En el siglo XVII, Gregorio López refiere que "como emplasto aprovecha a apostemas calientes de pulmones y punturas de alacrán. También modifica nubes y deseca humores que a los ojos destilan. Sirve contra la melancolía, orina y ventosidades. Contra picadura de alacrán; retiene el flujo de esperma; ayuda a la castidad y mueve el estornudo".
En el siglo XX, Paul Stanley la reconoce botánicamente, pero no indica usos medicinales. Maximino Martínez, la endona como antipirético y diaforético. Narciso Souza anota que "es una hierba aromática, muy cultivada para perjumar los altares; usada como sudorífica en la fiebres". Finalmente, la Sociedad Farmacéutica de México la señala como antiespasmódico, antiparasitario y para la histeria.
Las partes aéreas de la planta contienen un aceite esencial constituido principalmente de mono y sesquiterpenos, derivados de fenilpropano y ácidos orgánicos sencillos. Alrededor de 27 monoterpenos, han sido identificados en el aceite, entre los que destaca el linalol por encontrarse en altas concentraciones, el 1,8 cineol, además del citral, citronelol, geraniol, alfa-terpineol, acetato de borneol, alfa-pineno timol. Los sesquiterpenos alfa-bisabolol, alfa-bergamoteno, gama-cadineno, beta-cariofileno, alfa-cedreno, humuleno y su alfa-isómero, nerolidol y alfa y beta-santaleno también están presentes. De los derivados del fenil propano: el eugenol, estragol metil cavicol y el éster metílico del ácido transcinámico, se encuentran en muy altos contenidos en el aceite, en el que se identifican también el ácido transcinámico, juvocimeno 1 y 2, gama-muroleno, nerolidiol y alfa y beta-santaleno. Los ácidos acético, propiónico y butírico también han sido detectados en el aceite.
Las hojas contienen flavonoides, erioditiol y su glucósido, camferol y su rutinósido, quercetina y su diglucósido, rutina, 2 vicenina, xantomicrol y las cumarinas aesculín y aesculetin. El ácido ursólico y beta-sitosterol se localizan en todos los órganos de la planta.
La actividad antibiótica que ejercen el aceite esencial del O. basilicum, así como sus extractos clorofórmico, metanólico y acuoso sobre diversos microorganismos patógenos ha sido plenamente evidenciada en múltiples estudios. Bacterias como Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Bacillus subtilis, Pseudomona aeruginosa, los hongos, Candida albicans, Trichoderma viridens y diversas especies de Aspergillus y Fusarium son particularmente susceptibles. Es importante destacar la actividad del extracto clorofórmico de las ramas sobre Mycobacterium phei, causante de la tuberculosis.
La efectividad del albahacar contra úlceras gástricas ha sido confirmada en los extractos metanólicos y acuoso al administrarse por vía intragástrica en ratas, a las que se indujeron úlceras con aspirina, a una dosis de 4.0g/kg, demostrando el mismo autor la inhibición de secreción de pepsina en animales. Estudios in vitro mostraron también una actividad neutralizadora de ácidos y bloqueadora de la pepsina por los extractos acuosos y metanólicos en el primer caso y el polvo de las ramas secas en el último.
Existen además algunos estudios que indican que el aceite esencial posee una actividad depresora del sistema nervioso central cuando se suministra por vía intraperitoneal en ratón: relajante de músculo liso en íleon de puerco y tráquea de cuyo; y antihelmíntica, actividad esta última comprobada en un extracto acuoso sobre el Ascaris.
Otros efectos asociados al extracto acuoso de las ramas incluye una acción analgésica en ratón por vía intragástrica a una dosis de 1.0 g/kg, y cardiovascular, produciendo bradicardia en rata y gato al administrarse por vía intravenosa a una dosis de 10-20 mg/kg, siendo esta actividad dependiente de la dosis; además de una acción antimutagénica. Así mismo el extracto etanólico de las hojas posee una actividad anticonvulsiva en ratones (tratados con metrazole).
La aplicación clínica debido a la acción antimicrobiana del O. basilicum se manifiesta en un estudio realizado con adultos, en los cuales se probó el extracto acuoso de las ramas en combinación con otras cinco plantas, en 50 pacientes con peridontitis supurativa crónica, observando que la infección bacteriana disminuyó en un 50% (población de bacterias), y 40 pacientes mostraron mejoría. No se indicó la vía de administración, ni los microorganismos presentes.
Se debe al aceite esencial los efectos antibiótico, antihelmíntico, depresor del sistema nervioso en ratón, relajante de músculo liso, probado en íleon de puerco y tráquea de cuyo.
Se han realizado estudios de toxicidad aguda en ratón, administrando un extracto metanólico acuoso obtenido de las ramas a una dosis de 2g/kg y en rata, con el polvo de las ramas a una dosis de 6g/kg, ambos por vía intragástrica, sin la aparición de efectos nocivos. De igual modo se reporta que el aceite esencial del albahacar no es tóxico, aunque se ha demostrado que el estragol, uno de los mayores componentes en algunas variedades, produce tumore (carcinomas hepatocelulares) en ratón.
El Ocimum basilicum es una planta introducida de uso antiguo. Los resultados de estudios experimentales demuestran que la planta posee actividad antibiótica, antihelmíntica y antiulcerígena, lo que pone de manifiesto la efectividad de la planta en varias de sus aplicaciones terapéuticas tradicionales.
CHAPA, CIB, CICY, CIIDIRO, CIQRO, EBUM, ENCB, FCME, HRAM, HUAT, HUMO, IBFFA, IMSSM, INAHM, ITZA, MEXU, UAG, UAMX, UJAT, XAL, XOLO, ZEA.
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